En un mundo inmerso en complejos retos de sostenibilidad ambiental, la aplicación de un enfoque colaborativo se hace más necesaria que nunca. Las marcas y los fabricantes de alimentos y bebidas se enfrentan a una gran diversidad de problemas, que están interconectados y abarcan todo, desde la extracción de materias primas y la elección del packaging hasta el transporte y la logística. Y no es fácil abordar estos problemas de manera independiente.
Las marcas de alimentos y bebidas deberían buscar inspiración e innovación más allá de sus organizaciones. Al colaborar con proveedores de equipos, socios de la cadena de suministro, minoristas e incluso marcas de la competencia con ciertas afinidades, las empresas pueden establecer objetivos comunes, compartir recursos y, en definitiva, tener un efecto más significativo del que tendrían de forma individual. Un enfoque colaborativo no solo amplifica el potencial de progreso, sino que también inspira y motiva a todas las personas involucradas para innovar y conseguir un futuro mejor.
Diseño para la sostenibilidad
Un elemento clave a la hora de mejorar la sostenibilidad ambiental en la fabricación de alimentos y bebidas es el del diseño y desarrollo de productos, ya se trate de garantizar que las materias primas se extraigan de manera responsable o de elegir packaging que ofrezca el nivel adecuado de protección para evitar residuos alimentarios y que contribuya a una economía circular.
Como parte del proceso, los fabricantes pueden considerar la incorporación de materias primas nuevas, respetuosas con el medioambiente, éticas y alternativas (por ejemplo, de origen vegetal) en el diseño y la producción de los productos. También pueden tratar de mejorar la eficiencia energética de un producto para reducir costes y residuos durante la producción y el diseño del packaging para fomentar la reutilización y el reciclaje.
La elección del material del packaging puede suponer un reto significativo para las marcas, ya que es necesario tener en cuenta múltiples criterios como la facilidad de reciclaje, la reutilización o la compostabilidad, el peso general y el uso de agua y energía. Aunque una botella de vidrio pueda parecer la solución más «sostenible» para las bebidas por su elevada reciclabilidad, el aumento general de peso del producto en comparación con el PET puede conllevar un repunte en las emisiones de carbono desde el transporte en adelante cuando la logística sigue basándose en este tipo de energía.
Por supuesto, cualquier cambio en un producto debe sopesarse junto a la posible reacción en cadena que pueda generar; es decir, se debe garantizar una gestión efectiva del producto en las líneas de producción (incluidos su manipulación, el packaging o la codificación y el marcaje) y que los cambios no provoquen una reacción en cadena desde ese punto de la cadena en adelante.
Aunque hablar con marcas de la competencia sobre posibles oportunidades de diseño y desarrollo podría sonar contraintuitivo desde la perspectiva del negocio, al colaborar se pueden compartir recursos, ejercer influencia en toda la cadena de suministro y garantizar que cualquier proyecto nuevo complemente a otros en el mercado en lugar de interferir.
Colaborar con proveedores de producción y otros negocios de toda la cadena de suministro también resulta fundamental. Cualquier empresa, por sí misma, solo puede abordar una pequeña parte del reto. Por tanto, para una empresa sola es fácil proponer cambios, por ejemplo, en cuanto a diseños de packaging, pero estos cambios pueden tener un efecto negativo inesperado si las instalaciones de reciclaje no pueden gestionarlos correctamente. Colaborar con socios de confianza dentro de la más amplia cadena de suministro puede ayudar a desarrollar soluciones y evitar posibles obstáculos.
Mejora del rendimiento de producción
La producción de alimentos es responsable de emisiones de gases invernadero muy significativas, especialmente si tenemos en cuenta que una gran proporción de alimentos todavía comestibles nunca llegan al consumidor final. Waste and Resource Action Programme de Reino Unido estima que el 16 % de todos los residuos alimentarios se producen en el proceso de fabricación, y que algunas de las causas principales de estas pérdidas son los errores humanos y las ineficiencias de la línea de producción, incluidos los cambios manuales de productos.
Cuando se cometen errores humanos en la producción de alimentos y bebidas, lo mínimo que puede suceder es que sea necesario volver a envasar los productos defectuosos (los productos altamente perecederos, como los lácteos, inevitablemente acaban desechados).
Los fabricantes de alimentos y bebidas deberían colaborar estrechamente con los proveedores de maquinaria para identificar las áreas en las que podrían surgir residuos, implementar soluciones para reducir errores y garantizar la inversión de energía, tiempo y fondos para generar el mayor número posible de productos de alta calidad y comercializables. A fin de cuentas, el proceso más sostenible también será el más eficiente.
La automatización, la integración de maquinaria y el control de calidad basado en sistemas de visión automática no son solo expresiones de moda, son estrategias que permiten identificar y resolver problemas relacionados con el error humano y los procesos manuales, y por extensión, minimizar los residuos alimentarios y reducir los costes.
Por último, los fabricantes pueden optimizar sus procesos tratando de implementar soluciones de supervisión del rendimiento de la maquinaria en tiempo real por medio de la colaboración con proveedores en la implementación de sensores y soluciones basadas en la nube, que se pueden personalizar para detectar descensos en la eficiencia y enviar alertas que faciliten intervenciones rápidas antes de que se detenga una línea. Los proveedores también pueden analizar los datos desde máquinas conectadas para establecer las bases de un rendimiento óptimo.
Optimización de las cadenas de suministro
La responsabilidad ambiental en la fabricación no termina en la fase de producción. La optimización de la cadena de suministro es otra métrica esencial en la vía hacia una fabricación más sostenible. Para promoverla, las marcas deberían colaborar con sus socios de la cadena de suministro, tanto de fases anteriores como posteriores, para configurar sistemas que incrementen la transparencia y ofrezcan más datos.
En los periodos de alta demanda o en situaciones de escasez de existencias y retrasos, la mayor visibilidad de la demanda puede ayudar a los fabricantes a prever con precisión los plazos de entrega, a controlar las necesidades de stock y a estar a la altura de las exigencias de los clientes.
Incluir datos variables de productos, como la información sobre el lote y el producto en sí, en códigos 2D escaneables es una forma de aumentar la visibilidad en la cadena de suministro, lo que permite controlar mejor el stock y facilitar la trazabilidad de las fuentes de errores.
Los códigos 2D escaneables permiten compartir los datos a lo largo de toda la cadena de suministro para que las marcas y los socios de la misma puedan llevar un seguimiento de los productos, proporcionar actualizaciones e incorporar datos del ciclo de vida de lotes específicos. Este aumento en el flujo de datos permite ofrecer información valiosa sobre las ineficiencias y las áreas tendentes a generar residuos o pérdidas para que las marcas puedan optimizar sus operaciones, mejorar su resiliencia y reducir el riesgo de desperdiciar alimentos.
El aumento de los datos disponibles será esencial para cumplir con la normativa, como la Directiva CSRD sobre información corporativa en materia de sostenibilidad, que requiere que los fabricantes realicen un seguimiento e informen sobre la totalidad de su huella de carbono, incluidas las emisiones de carbono de alcance 3. Esto pone aún más de relieve el importante papel que desempeña la colaboración a la hora de cumplir los estándares de la industria y desarrollar soluciones sostenibles.
Colaboración: la clave para un futuro sostenible
La vía hacia un futuro más sostenible y con mayor responsabilidad ambiental en la producción de alimentos y bebidas requerirá la cooperación global entre gobiernos, industrias y cadenas de suministro.
Para los fabricantes, el enfoque ideal implicará la colaboración con organizaciones afines y la asociación con proveedores que puedan ayudar a implementar prácticas sostenibles en cada etapa del proceso de producción.
Este enfoque holístico no solo beneficiará al medioambiente, sino que también ayudará a las marcas a reducir costes, mejorar la satisfacción del cliente y aumentar su reputación.