Los gerentes de las cadenas de suministro y los almacenes actuales se enfrentan a numerosos retos, fruto de una combinación de interrupciones globales y cambios en la demanda del mercado.
Los retos a los que se enfrentan los profesionales de la logística en las cadenas de suministro y los almacenes son complejos y están conectados entre sí: desde la reducción del personal calificado y el aumento de los costos empresariales hasta los cambios en las exigencias normativas y en las expectativas de los consumidores, además de los problemas de suministro y transporte que generan las tensiones geopolíticas.
Aunque estos problemas puedan parecer insuperables, la tecnología inteligente y la automatización pueden indicar la dirección del cambio y ayudar a los gerentes de almacenes a abordarlos de manera integral sin dejar de lado los objetivos más amplios de trazabilidad de la cadena de suministro.
Retos empresariales mundiales
Si durante los últimos años ha dominado un clima empresarial cada vez más complicado, 2025 parece continuar con la tendencia. Como indican los pronósticos de Deloitte para 2025 en el sector de la fabricación, «se espera que los fabricantes continúen enfrentándose a un clima empresarial difícil e incierto debido a una combinación de factores: costes más elevados, posibles cambios en las políticas tras los resultados electorales de EE. UU. e internacionales, y a la incertidumbre geopolítica».
Se espera que los costes de materias primas e insumos aumenten, lo que también encarecerá el coste de las operaciones empresariales; además, encontrar y mantener trabajadores cualificados seguirá resultando complicado. Los cambios en las políticas que se esperan tras los resultados electorales en todo el mundo y otros eventos geopolíticos también pueden afectar a las cadenas de suministro, la demanda y las inversiones a largo plazo en la fabricación. Los cambios en las políticas arancelarias y de comercialización podrían afectar a la normativa internacional, lo que aumentaría los costos de materias primas y componentes, y el efecto dominó llegaría a la cadena de suministro.
Al mismo tiempo, las expectativas de los consumidores en cuanto a tiempos de entrega más rápidos, capacidades de distribución “estilo Amazon” y cadenas de suministros más transparentes añaden presión a los responsables de las cadenas de suministro y los almacenes.
La complejidad de las interdependencias está llevando a las empresas a buscar formas de aumentar la productividad y hacer más con menos: producir y enviar los bienes más rápido sin aumentar los costos. Esto requiere agilidad y eficiencia en las operaciones, flujos de trabajo optimizados y visibilidad del suministro casi en tiempo real, una gestión eficaz de las interrupciones y la escasez, y una ejecución de los pedidos fluida y transparente.
No es de extrañar que la situación nos parezca un imposible. Sin embargo, en la era moderna actual, tenemos ayuda a nuestro alcance en forma de tecnología inteligente y automatización.
El caso de la automatización de almacenes
Las empresas han estado invirtiendo en la automatización de almacenes durante décadas: han empleado tecnologías para automatizar procesos rutinarios, repetitivos y manuales como los de selección, paletización, introducción de datos, transferencia y análisis, inventariado, control de calidad y envío.
Esta tendencia ha aumentado significativamente durante los últimos años con los avances tecnológicos. En 2023, el 60 % de los responsables de almacenes afirmó tener previsto el aumento del presupuesto para la automatización en un 20 % para 2024, mientras que, a nivel global, se espera que el mercado de la automatización en almacenes aumente de los 19 900 millones USD de 2022 a 54 600 millones USD en 2030. De forma similar, el sector de la robótica en almacenes está creciendo a una tasa del 20-25 % anual, según Statista, mientras que McKinsey informa de que se espera que los envíos robotizados aumenten más de un 50 % al año hasta 2030.
Las ventajas de la automatización en almacenes son significativas. Entre ellas se incluyen la reducción del error humano, el aumento de la productividad y la eficiencia y, sobre todo, el acceso a los datos en tiempo real para conocer lo que sucede tanto en el almacén como en toda la cadena de suministro, de principio a fin. De hecho, son los datos en tiempo real los que conectan y forman la base de las soluciones a los retos operativos a los que se enfrentan los líderes hoy día.
Los sistemas de gestión de almacenes, o WMS por sus siglas en inglés, son el centro de este tipo de automatización. Para aumentar la productividad con éxito y de forma integral, optimizar la agilidad y la eficiencia operativas, y satisfacer las demandas de los consumidores y los organismos reguladores, las empresas deben garantizar que los WMS reciban, procesen y emitan los datos correctos.
Los códigos legibles por máquina y las tecnologías de identificación, incluidos los códigos QR con tecnología GS1, los códigos de barras y las etiquetas RFID, pueden ayudar a facilitar los flujos de datos desde la línea de producción hasta el almacén. Al mismo tiempo, pueden utilizarse sistemas de visión no solo para verificar la precisión de los códigos, sino también para garantizar una transferencia de datos fiable y una clasificación de productos eficaz. Dentro del almacén, los escáneres automatizados de códigos de barras y RFID pueden facilitar aún más la transferencia de datos, lo que acelera el inventariado y permite la trazabilidad de los productos que transitan por el sistema. Los gerentes de almacenes también pueden elegir el uso de robots, robots colaborativos o “cobots”, y etiquetadores seguros mediante impresión y aplicación para asistir a los trabajadores humanos en tareas rutinarias como el envasado, la selección, la clasificación y el etiquetado de tarimas, lo que optimiza los procesos y reduce el riesgo de daños. Todo esto se puede complementar con numerosas y variadas tecnologías inteligentes como los sistemas de codificación y marcaje adaptativos, los sistemas de dimensionado de tarimas y envases, y los sistemas de visión de altura variable equipados con lentes “líquidas”, que gestionan distintos tamaños de envases y garantizan medidas precisas para lograr envíos eficaces.
Cuando se integren adecuadamente, los sistemas y las tecnologías inteligentes empleados en la línea de producción y en las soluciones de almacén automatizadas se complementarán entre sí y contribuirán a impulsar el flujo de datos hacia el almacén y más allá, hacia la cadena de suministro: un enlace crucial para obtener una trazabilidad completa de la cadena de suministro.
Puede que el objetivo final de un gerente de almacén sea lograr un almacén totalmente automatizado y sin intervención humana, una instalación inteligente y dinámica en la que entren y salgan datos optimizados, y en la que se incorpore el uso de inteligencia artificial (IA) o el aprendizaje automático para analizar patrones de datos, advertir posibles problemas futuros y seguir mejorando las operaciones.
Pero ¿cómo se llega hasta ahí? EY cita que a nivel mundial fallan entre el 30 y el 50 % de los proyectos de automatización de procesos con robótica, y Gartner calcula que es probable que se abandone al menos el 30 % de los proyectos de IA generativa tras la prueba de concepto a finales de 2025; parece que tratar de identificar y abordar los obstáculos con prontitud resulta fundamental.
Hacer que la automatización funcione
Las tres barreras citadas con mayor frecuencia en la automatización de almacenes son la escasez de planificación, la falta de integración y la preparación de los trabajadores. Las empresas deben planificar y avanzar con cautela, ya que un valor empresarial poco transparente y sistemas mal alineados o incompatibles darán lugar de manera inevitable a confusión en el entorno laboral, compartimentación de datos, falta de comunicación e incapacidad para hacer que los datos fluyan con facilidad. Y, por supuesto, las organizaciones no deberían subestimar la importancia de la preparación de los colaboradores. El cambio a la automatización demandará tal soltura en el mundo digital y tal familiarización con la información y los procesos que probablemente sea necesario actualizar las capacidades de los trabajadores de la línea de producción con capacitación tradicional para que puedan embarcarse en un proyecto de esta envergadura.
Los pasos fundamentales necesarios son los siguientes:
- Planificar y ejecutar con cautela. Comprender el caso particular de nuestro negocio y las métricas clave del éxito. Comenzar despacio: elegir las oportunidades más asequibles que ofrezcan un éxito inmediato e inspiren confianza. Supervisar y adaptarse.
- Colaborar para lograr el éxito. Identificar a los proveedores dispuestos a colaborar para garantizar que sus soluciones se puedan integrar con nuestros sistemas; en especial el WMS.
- Colaborar con los socios de las fases iniciales de la cadena de suministro y producción para garantizar la óptima calidad de la legibilidad de los códigos de barras, los códigos 2D y los datos que entren en el almacén.
- Colaborar con los socios de las fases finales de la cadena de suministro para lograr una transparencia integral en esta, en especial en el entorno minorista/de consumidores.
- Ir de la mano del personal. Identificar posibles carencias en habilidades/conocimientos digitales e invertir en la capacitación por adelantado. Involucrar al personal en posibles aplicaciones de la automatización que podrían resultar en victorias tempranas.
Conclusión
Podría decirse que los almacenes son el eje de las cadenas de suministro actuales; el único punto en el que toman contacto las fases iniciales y finales de la cadena de suministro. Garantizar la eficiencia, productividad y visibilidad operativa de los almacenes resulta fundamental para que las organizaciones puedan responder a las demandas empresariales modernas o, de hecho, conquistarlas con éxito.
Aún así, el reto es complejo. Trabajar con un socio de confianza con experiencia y pericia en la provisión de soluciones diseñadas para la integración y la transferencia de datos en líneas de producción y almacenes nos sitúa en el camino correcto y nos ayuda a tomar rumbo al cambio.
Toby Odlin, Head of Group Logistics and Supply Chain Projects, Domino Printing Sciences
Andreas Olsson, Global Sector Manager – Logistics and Distribution, Domino Printing Sciences
Paul Stinson, Sales Director, Lake Image Systems