Según una reciente encuesta de Automate UK (2024) para recabar información del sector, el 81 % de los trabajadores industriales identifican la automatización como una preocupación clave de 2023, y los costos son el mayor obstáculo para adoptarla.
Aunque en el pasado el costo de las implementaciones haya sido una preocupación fundada, la situación es muy distinta en la actualidad. Las ventajas económicas y la reducción de riesgos se están haciendo cada vez más evidentes, y las soluciones son más asequibles que nunca.
Según los datos de la calculadora de desperdicio de Domino, los residuos generados por la creación manual de etiquetas podrían suponer para el fabricante medio más de $100 000 al año, una significativa pérdida que se podría mitigar fácilmente mediante la automatización de la codificación.
Además, el costo de las soluciones automatizadas, incluidos la robótica y el software de automatización, está descendiendo. Según EY, el precio medio de un robot industrial se ha reducido a la mitad en la última década y se espera que siga bajando. Es más, se puede esperar un ahorro en los gastos operativos si se invierte en automatización: una encuesta reciente de Bain reveló que las empresas que asignaron al menos un 20 % de su presupuesto de TI a la automatización en los últimos dos años, han conseguido una media de ahorro del 22 %.
Si los costos siguen siendo una preocupación, ahora muchos proveedores, entre los que se incluye Domino, ofrecen la posibilidad de actualizar las líneas e implementar nueva tecnología sin gastos de capital. Los contratos y planes de financiación flexibles pueden ayudar a repartir el gasto como parte de los gastos operativos, lo que hace la adopción más asequible a las pequeñas empresas.
Por supuesto, no es necesario hacer todos los cambios de una vez: los pequeños desarrollos incrementales no solo ayudan a repartir el gasto, sino que también ayudan a conseguir la justificación necesaria para continuar invirtiendo, como discutiremos en el sexto mito.