Los empaques flexibles se utilizan para contener el 66 % de todos los productos que se venden en la UE y representan el 44 % de los residuos de empaques posconsumo[i]. Sin embargo, la mayoría de los hogares de la UE no tienen actualmente acceso al reciclaje de plásticos flexibles en la acera, y solo se recicla el 6 % de los plásticos flexibles.
Aunque la falta de infraestructura es, sin duda, un factor que contribuye a ello, hay otras cuestiones que hacen que los plásticos flexibles sean más difíciles de reciclar, como la calidad del material recogido y su idoneidad para el reciclaje, que puede verse afectada por las tintas y los revestimientos utilizados durante la producción.
Varias organizaciones aconsejan ahora que las marcas dejen de utilizar tintas en los plásticos para mejorar la reciclabilidad, lo que deja muy pocas opciones para codificar y etiquetar los productos, pero esta medida es prematura e innecesaria. Como explica Olivier Morel, gerente de Desarrollo de Productos de Domino Printing Sciences, con la elección de la tinta adecuada, las marcas pueden garantizar que el etiquetado de sus productos apoye, y no obstaculice, los esfuerzos de reciclaje.
Tasas de reciclaje de empaques de plástico flexible
En el informe de progreso del Compromiso Mundial para 2022, la Fundación Ellen MacArthur afirma que la mayoría de las empresas firmantes «probablemente no cumplirán» el objetivo de implementar por completo empaques reutilizables, reciclables o compostables para 2025, y destaca el uso de empaques de plástico flexible como uno de los principales factores que contribuyen a ello.
La solución a este problema no es sencilla. Porque aunque el plástico flexible (por ejemplo, bolsas de plástico, film de plástico y envoltorios de alimentos) es difícil de reciclar, resulta muy eficaz como material de envasado. Tiene un peso muy bajo, lo que minimiza las emisiones de carbono del transporte, a la vez que brinda numerosos beneficios, incluida la protección, la conservación y la garantía de calidad del producto. Además, la fabricación de plástico flexible es un 60 % más eficiente desde el punto de vista energético que la de otros materiales de empaque, como el papel y el cartón, y produce un 50 % y un 70 % menos de contaminantes del agua y el aire, respectivamente. Además, el reciclaje de plásticos solo consume el 10 % de la energía necesaria para reciclar papel.
Por lo tanto, reducir la cantidad de plástico flexible utilizado en los empaques de alimentos plantearía, en última instancia, otras cuestiones relacionadas con la sostenibilidad, pero no podemos eludir los problemas del final de la vida útil cuando se trata de plásticos flexibles, ya que la recogida y el reciclaje no se realizan a gran escala. Por lo tanto, como sector, debemos redoblar los esfuerzos para mejorar el potencial de reciclaje de los plásticos flexibles.
Uno de los principales obstáculos al reciclaje a gran escala de empaques flexibles es la calidad de los materiales recogidos, que suele ser inferior a la de los plásticos más voluminosos. Las tintas utilizadas en los empaques flexibles pueden ser parte de este desafío: agregar materiales adicionales a los empaques de plástico puede afectar la calidad del plástico y perjudicar su reciclabilidad.
Dicho esto, las tintas utilizadas en los empaques flexibles, ya sea para codificar y marcar los datos del producto o para la impresión completa de films y etiquetas flexibles, desempeñan un papel crucial, por lo que es muy importante garantizar que las soluciones sean adecuadas para el reciclaje.
El papel de las tintas en el empaque de productos
El etiquetado de productos desempeña un papel fundamental a la hora de permitir a los fabricantes de alimentos y bebidas comunicar información esencial a los consumidores, así como a los minoristas, y a lo largo de las cadenas mundiales de suministro de alimentos. Desde el punto de vista de los residuos y el reciclaje, las etiquetas de los productos son también una forma eficaz de comunicar a los consumidores cómo tratar los empaques cuando llegan al final de su vida útil. Esto podría incluir información sobre la composición del empaque y su reciclabilidad; orientación sobre cómo desechar el empaque correctamente (por ejemplo, reciclar en casa, en la tienda o reciclaje especializado); o detalles adicionales incluidos en códigos 2D, como sitios web para localizar el punto de reciclaje más cercano.
Cada vez más, vemos cómo se introducen requisitos normativos y el etiquetado obligatorio de los productos para ayudar a los consumidores a desechar correctamente los empaques. El logo «Tri-man» de Francia, el decreto legislativo 116/2020 de Italia y el mandato Recycle Now del Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (DEFRA) del Reino Unido han sentado las bases, y es probable que otros países sigan su ejemplo.
Además, estamos viendo un aumento de las iniciativas de etiquetado destinadas a mejorar la recogida y clasificación de los residuos de empaques. Digital Watermarks HolyGrail 2.0, por ejemplo, pretende utilizar la marca de agua digital para mejorar la clasificación y el reciclaje de calidad de los empaques en la UE. El objetivo es que, una vez que los empaques hayan entrado en una planta de clasificación de residuos, la marca de agua digital (un código imperceptible) pueda ser detectada y decodificada por una cámara de alta resolución y clasificada en los flujos de reciclaje correspondientes.
Entonces, ¿cómo pueden las marcas garantizar que las tintas utilizadas como parte de todos estos requisitos de codificación apoyarán, y no dificultarán, la reciclabilidad de un material de empaque?
Diseño de tintas para el reciclaje
Muy pocas normativas especifican requisitos o restricciones sobre tintas en empaques reciclables. Sin embargo, con la actual atención puesta en la mejora de las tasas de reciclaje, es probable que solo sea cuestión de tiempo que se introduzcan, sobre todo teniendo en cuenta el aumento de documentos orientativos independientes y no alineados disponibles para las marcas. Por ejemplo, las directrices D4ACE de CEFLEX; la herramienta RecyClass de Plastic Recyclers Europe; y el proyecto Pioneer Project Barrier de Ellen MacArthur: «Recyclability Guidelines for Plastic-Based Flexible Barrier Packaging».
No obstante, existen varias prácticas recomendadas en relación con la selección de tintas que las marcas pueden seguir para maximizar la idoneidad de sus empaques para el reciclaje y adelantarse a cualquier normativa futura:
Los empaques impresos deben seguir la regla del 5 %: La tinta impresa debe ser igual o inferior al 5 % del peso total del empaque. Esto no supone ningún problema con las soluciones modernas de codificación y marcaje, incluso si se aumenta la cantidad impresa para imprimir más información, por ejemplo, en códigos 2D de alta resolución o etiquetas de reciclaje en el empaque. Para la impresión de todo el producto, el uso de tecnologías de impresión digital por inyección de tinta en lugar de métodos de impresión analógicos también ayudará a garantizar que la cantidad de tinta impresa se mantenga por debajo de la marca del 5 %.
Las tintas deben estar compuestas de ingredientes que no puedan crear problemas técnicos durante el reciclaje: En el caso de los plásticos, donde la temperatura de los materiales de reprocesado se sitúa entre 200 °C y 270 °C, es importante evitar los ingredientes de la tinta que puedan descomponerse térmicamente y crear materiales nocivos o problemáticos. Ciertos ingredientes de la tinta pueden generar materiales corrosivos que pueden dañar los equipos de reciclaje, gases que degradan la calidad del reciclaje y otros productos químicos que pueden causar decoloración. Las tintas también deben ser «no sangrantes», es decir, que no se produzca una decoloración perceptible de las aguas de lavado durante el reciclaje o de las escamas de reciclaje después del secado.
Las tintas deben ser de una naturaleza química similar a la del sustrato del empaque o poder separarse fácilmente de él: Las tintas que permanecen en un material reciclado pueden alterar el color y la transparencia del reciclaje y restarle valor. Por lo tanto, la creación de un reciclaje de alta calidad a partir de empaques flexibles puede requerir un proceso de destintado para eliminar los restos de colorantes y devolver el material a su estado original. La impresión analógica, en la que una capa de tinta para la decoración completa del empaque se incrusta entre dos capas delgadas del sustrato del empaque, puede ser muy difícil de destintar. Colocar la tinta sobre el sustrato (impresión de la superficie) utilizando tecnologías de impresión digital aumenta la probabilidad de que la tinta se pueda eliminar, lo que aumenta el valor del material reciclado.
Las tintas deben cumplir las directrices de la EuPIA: Al reciclar plásticos, no siempre es posible eliminar todos los contaminantes presentes en el material de empaque original y, con el tiempo, esto puede provocar la acumulación de contaminantes en el flujo de reciclaje. Por lo tanto, es importante garantizar que las tintas impresas en plásticos reciclables no contengan ingredientes que puedan suponer un problema para la salud humana si se acumulan en concentraciones más elevadas a través del reciclaje. Para ello, las tintas utilizadas en los empaques reciclables deben diseñarse y fabricarse de acuerdo con la Política de exclusión de la Asociación Europea de Tintas de Impresión (EuPIA), evitando el uso de sustancias nocivas o peligrosas.
Conclusión
Debido a los numerosos beneficios de los empaques flexibles y su amplio uso en los mercados mundiales de alimentos y bebidas, es poco probable que veamos una disminución en el uso de plásticos flexibles en un futuro próximo. Sin embargo, es innegable que se debe hacer más colectivamente para aumentar el porcentaje de plásticos flexibles que se reciclan.
Aunque la mejora de la infraestructura de reciclaje es un elemento crucial, también es fundamental que hagamos que la información sobre reciclaje sea más sencilla y accesible para los consumidores, así como que aprovechemos las tecnologías para mejorar la clasificación y el tratamiento en las plantas de reciclaje.
Las tintas desempeñan un papel fundamental en esta comunicación, por lo que es esencial garantizar que las tintas estén diseñadas para ser reciclables. Aquí es donde asociarse con un proveedor de tinta confiable con experiencia en codificación y marcaje, e impresión digital, puede ayudar a las marcas en su esfuerzo por cumplir los objetivos mundiales de aumentar la reciclabilidad de los empaques de plástico flexible.
[i] https://flexiblepackaginginitiative.eu/