Basándonos en los precios de los fabricantes, el mercado europeo de la tecnología médica está valorado en unos 110 000 millones de euros y se calcula que representa el 28 % del mercado mundial, lo que lo coloca en segunda posición como el mayor del sector tras el de EE. UU. Los estudios de mercado revelan que las pequeñas y medianas empresas (pymes) representan casi el 95 % del sector de la UE y la mayoría de ellas tienen menos de 50 empleados por empresa.
Disponer de una tecnología que permite asignar, aplicar y verificar códigos de identificación en una amplia gama de productos es algo muy valioso. Las ventajas son numerosas y abarcan diversas industrias como el sector médico, en el que se utilizan códigos de identificación de dispositivo únicos (UDI) para reconocer y realizar el seguimiento de los productos sanitarios durante todo su ciclo de vida, desde la producción hasta la distribución y, finalmente, el uso por parte de los consumidores.
La implementación de códigos en los productos sanitarios permite recuperarlos con mayor facilidad en caso de que sea necesario, reducir los errores médicos y mejorar la visibilidad del inventario así como la seguridad en la cadena de suministro. Los códigos únicos aplicados a cada artículo durante la fabricación proporcionarán información crítica al sistema de gestión de la cadena de suministro, como de qué producto se trata, y dónde y cuándo se produjo. En caso de que sea necesario recuperar un producto porque está defectuoso, el código es vital para desbloquear lo que se denomina la «cadena de custodia» y poder realizar un seguimiento de dicho artículo hasta su origen.
Tal como sucede en otras industrias, los productos falsificados pueden perjudicar en diferentes niveles a una marca de productos sanitarios, desde reducir sus ingresos hasta destruir la confianza de los consumidores en la marca debido a la mala calidad de las falsificaciones. Y aún más importante, los productos falsificados pueden poner en peligro la salud de los consumidores. El comercio ilegal puede resultar todavía más perjudicial, ya que va más allá de la simple falsificación e incluye actividades malintencionadas como el desvío de productos, en las que generalmente, los productos originales en lugar de ir a los canales previstos son desviados hacia otros no autorizados por el fabricante. La identificación de productos individuales resulta útil para ayudar a distinguir los productos legítimos de las falsificaciones, al tiempo que ayuda a los gobiernos a frenar la reducción de los ingresos y puestos de empleo provocada por el comercio ilegal.
A raíz de la fecha límite de mayo de 2020 que se ha fijado para cumplir con los requisitos obligatorios del Reglamento de la UE sobre productos sanitarios, los fabricantes disponen de tiempo limitado para garantizar la conformidad en todas las áreas de su negocio que se vean afectadas, incluida la identificación de productos. Para consultar más información sobre los reglamentos de la UE, descarga nuestro informe técnico.