Errar es de humanos

  • Por Domino Printing Sciences
  • septiembre 30, 2019
  • General
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Adem Kulauzovic, director de automatización de codificación de Domino, explica cómo la integración y la automatización de la codificación y el marcaje reducen las costosas retiradas de productos.

Hace dos años, casi la mitad de todas las retiradas de productos en la industria alimentaria de los EE. UU. se debió a no declarar la presencia de alérgenos o a cometer errores en el etiquetado, que normalmente se conoce como una codificación inexacta. Hoy en día, a pesar de los grandes avances en la automatización de la codificación, la cifra apenas ha cambiado; en los primeros cinco meses de 2019, más de una cuarta parte (27 %) de las retiradas de productos que se produjeron en los EE. UU. se debió a un etiquetado erróneo o una declaración de alérgenos incorrecta. Pero el problema no se limita a Estados Unidos. En el Reino Unido, los problemas de codificación han generado un incremento del 40 % en las retiradas de alimentos. De hecho, tres marcas importantes retiraron productos debido a errores en el etiquetado solo durante los primeros días de junio de 2019. Del mismo modo, en el informe de 2017 del Sistema de Alerta Rápida para los Productos Alimenticios y los Alimentos para Animales de la UE se recoge un incremento del 28 % en las notificaciones originales de riesgos identificados en productos alimenticios, alimentos para animales o material en contacto con alimentos en comparación con los datos de 2016. El desafío no se limita únicamente a alimentos y bebidas; determinados fabricantes de muchos otros sectores — en particular el de los medicamentos y los productos sanitarios— siguen siendo objeto de costosas retiradas de productos debido a deficiencias en sus capacidades de codificación y etiquetado. En la era de la Industria 4.0, estos defectos no solo se pueden evitar, sino que se pueden erradicar de manera rápida y rentable, y, de paso, conseguir logros de productividad y eficiencia que pueden mejorar mucho los beneficios de la empresa. El mensaje es sencillo: los equipos de codificación y marcaje automatizados pueden ayudar a las empresas a evitar errores humanos. Ya era hora de que se integraran en las operaciones de la cadena de suministro.

Componentes de Domino industry 4.0

Descodificamos el mito

La integración de la automatización de la codificación en las líneas de producción industriales existentes se considera, desde hace mucho tiempo, compleja y costosa. Por ello, a pesar del uso generalizado del Internet de las cosas en los demás aspectos de la cadena de suministro, muchas empresas han seguido confiando en los procesos manuales y en la intervención humana para garantizar la impresión de los códigos correctos en los productos, las cajas y los palés correspondientes, lo cual conlleva un riesgo de enormes magnitudes. Dado que los consumidores demandan productos cada vez con más matices —p. ej. orgánicos, artesanales, sin lactosa o sin gluten—, los fabricantes ahora envían una mayor variedad de productos a una única línea de producción, con lo que incrementa la presión en los recursos ya optimizados y la responsabilidad de la validación de códigos recae directamente sobre los operadores. El mayor reto se produce durante el «cambio de código», momento en el que —como parte de un gran número de tareas principales— los operadores deben determinar rápidamente el que corresponde a los productos entrantes (y a menudo de aspecto similar) sin ralentizar o detener la línea de producción. Es una tarea titánica que, como cabría esperar, es propensa al error humano.

La idea de que la automatización de la codificación no se puede integrar en las líneas de producción industrial es un mito. Los principios fundamentales de la Industria 4.0 —colaboración e integración— pueden conseguirse en la codificación del mismo modo que en cualquier otra faceta. Históricamente, las empresas han instalado los equipos de codificación automatizados como soluciones independientes, separadas del resto de sistemas de la empresa. De este modo, muchas organizaciones han perdido la oportunidad de optimizar la eficiencia operativa y, sin darse cuenta, ha aumentado el riesgo de los errores de codificación. No tiene por qué ser así. La aparición de nuevas tecnologías de codificación y soluciones de software compatibles ha transformado las operaciones de la cadena de suministro. Ahora, con la mera aplicación de la metodología del Internet de las cosas, es posible integrar las soluciones de codificación automatizadas en una red existente. A través de una sola conexión —y sin la necesidad de conocer los protocolos del sector ni las características de una impresora—, el software de codificación puede utilizar los datos que existen en un ERP, SCADA u otro sistema automatizado para introducir los datos en una etiqueta y enviarla a la impresora sin intervención manual alguna.

La transformación a través de la automatización

Los beneficios son considerables. En las organizaciones progresivas que han adaptado con éxito sus capacidades de codificación a la era de la Industria 4.0, se han eliminado los errores de etiquetado —y las costosas retiradas de productos— y los procesos de cambios ahora son mucho más eficientes. Por ejemplo, un conocido fabricante de alimentos —que automatizó íntegramente la codificación a través de su sistema SAP— no solo ha eliminado los errores de codificación, sino que ha aumentado en gran medida la productividad al minimizar los nuevos trabajos y hacer desaparecer el tiempo de inactividad relacionado, que normalmente ascendía nada más y nada menos que a dos horas diarias. Del mismo modo, una importante empresa de bebidas —en la que las deficiencias en los procesos de codificación se tradujeron en una retirada de productos con un coste de 40 000 $— ha erradicado por completo los fallos producto de la intervención humana con la introducción de la automatización integrada, con la que ha conseguido mitigar el riesgo en la producción y aumentar la eficiencia en un 100 %.

En ambas organizaciones, y en muchas otras, la integración de la automatización de la codificación en los principales sistemas de la empresa hace posible que el flujo de comunicaciones y el intercambio de datos sean totales y fluidos, de manera que se consiguen unas operaciones más eficientes. Además, al no tener que realizar estas tareas, los operadores disponen de más tiempo para poder centrarse en sus prioridades principales: sacar al mercado productos de alta calidad, siempre a la primera.

La pantalla de la tableta mostró Domino Industry 4.0

El efecto colateral

A pesar de las ventajas de la automatización de la codificación, algunas empresas siguen confiando en los procesos manuales más tradicionales. Existe la idea equivocada generalizada de que el software de codificación no es lo bastante sofisticado como para integrarse en otros sistemas o cumplir los protocolos de la industria, y que supone un obstáculo innecesario para el progreso. Asimismo, las empresas a menudo centran su atención (y sus inversiones) en equipos de gran capital, pasando por alto la ineficiencia de los sistemas secundarios o terciarios. Sin embargo, sabiendo que las empresas están sometidas a una gran presión por incrementar la eficiencia global de los equipos, es posible conseguir enormes mejoras en la eficiencia si se integra la automatización de la codificación en la operativa general de la cadena de producción. Además, el efecto colateral de un mejor cumplimiento, una mayor productividad y menos retiradas de productos permite mejorar los beneficios de la empresa.

Por tanto, ¿cómo pueden conseguir las organizaciones estos beneficios? Fundamentalmente, el éxito depende de la adopción de un enfoque de triple «a»: auditar, actuar y automatizar. En primer lugar, los responsables de planta deben evaluar la configuración existente a fin de identificar los problemas principales. ¿Cuáles son las causas actuales de la ineficiencia y del tiempo de inactividad, y dónde se producen? ¿Qué soluciones operan fuera de los sistemas de automatización normales y por qué? Solo tiene que auditar por completo sus procesos de creación y desarrollo de codificación —algo que, por cierto, solo lleva un par de horas— para identificar las principales causas de los errores y la repercusión asociada que tienen en la productividad y la eficiencia.

En segundo lugar, ha de estar preparado para actuar en función de los resultados de la auditoría. A menudo, las empresas integran la automatización en los principales sistemas de la empresa, pero no consideran los beneficios universales de incorporar otras soluciones a nivel general. A veces, las limitaciones de las tecnologías existentes impiden la integración y, por tanto, suprimen las ventajas de la interoperabilidad. Es importante realizar una evaluación honesta de las capacidades actuales y actuar en consecuencia.

Finalmente, en la era de la Industria 4.0, si no utiliza la automatización en todas las facetas que le sea posible, probablemente esté dejando pasar una gran oportunidad. Hay quien dice que la «automatización es el futuro», pero ese lema se está quedando desfasado con rapidez. La automatización no es el futuro, sino el presente. Conforme las tecnologías de inteligencia artificial se vuelven algo generalizado, la plena automatización de una línea de producción ya no es un planteamiento ambicioso, complejo ni costoso, sino, más bien, práctico, sensato y, lo más importante, rentable.

Por último, la automatización de la codificación permite a las empresas reducir riesgos, ahorrar dinero y conseguir una eficiencia importante en el entorno de producción. Para avanzar, las empresas deben dejar atrás la confianza en las metodologías tradicionales y colaborar con un proveedor de tecnología que —a través de una automatización de la codificación integrada— pueda ayudarles a mitigar los riesgos relacionados con los errores humanos.

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