Desmontamos los mitos de la automatización en la fabricación

  • Por Domino Printing Sciences
  • noviembre 01, 2024
  • General
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Que la fabricación automatizada puede mejorar la eficiencia, impulsar la productividad y fomentar el crecimiento general de los negocios no es ningún secreto. Desde principios de la década de 2010, las empresas han estado abogando por el poder transformador de los sistemas automatizados en el ámbito de la fabricación. Gigantes de la consultoría como Deloitte, McKinsey y Forbes han elogiado las ventajas de la automatización y han puesto de relieve su potencial para revolucionar el sector.

Aunque la automatización se incorporó a la fabricación hace unos años, algunas empresas todavía no están convencidas y, como resultado, se están quedando atrás. Un informe de 2023 de Manufacturing Technology Centre reveló que el escepticismo de los fabricantes de Reino Unido a la hora de invertir en automatización y robótica ha afectado notablemente al reciente incremento de la productividad del país.

Además, aunque EE. UU. se considera a menudo como líder mundial en fabricación automatizada, especialmente en el sector de la automoción, los errores de producción asociados a procesos manuales ineficientes siguen suponiendo un problema. En 2023, la ausencia de indicadores de alérgenos debida a errores de etiquetado fue la causa de la mitad de todas las retiradas de alimentos y bebidas en EE. UU.

Entonces, ¿qué hay detrás de esa reticencia a adoptar la automatización en la fabricación? Hemos identificado siete preocupaciones centrales que giran en torno a la adopción de la automatización en la fabricación y que, a nuestro juicio, no son ciertas y necesitan ser corregidas. La intención de esta publicación es desmontar esos mitos de la automatización y explicar por qué lo son; si todavía estás retrasando tu proceso de automatización, ha llegado el momento de impulsarlo.

Primer mito: la automatización es innecesaria porque mis procesos manuales funcionan bien

Vayamos directos al tema más espinoso.

Se miren como se miren, los procesos manuales son una importante causa de errores y, por extensión, de residuos innecesarios y costes para los fabricantes.

Por regla general, la tasa media de errores en la introducción manual de datos es de alrededor del 1 %. Cuando los trabajadores introducen los datos manualmente en una línea de producción como parte de un proceso de codificación y marcaje, no tardará mucho en que uno de esos errores llegue a los productos. Si se confía en los procesos manuales para el control de calidad, es muy probable que el error solo se detecte una vez que haya propiciado el desperdicio de miles de artículos o su repetición.

Si un error de etiquetado del producto entra en la cadena de suministro, los gastos y los residuos generados son aún más significativos. El coste medio de la retirada de un producto es de unos 10 millones de USD, sin tener en cuenta las repercusiones económicas del daño a la marca a largo plazo.

Segundo mito: la automatización no me sirve porque mi negocio es demasiado imprevisible

A menudo, los envasadores externos argumentan que la imprevisibilidad de sus negocios impide la automatización.

Estos envasadores gestionan productos de varias marcas, asumen numerosos cambios de productos al día y a menudo necesitan flexibilizar la producción para afrontar su variabilidad debido a la estacionalidad. Muchas empresas creen que este nivel de imprevisibilidad no se puede gestionar fácilmente con la automatización; pero, de hecho, es totalmente al contrario.

Unas sencillas soluciones automatizadas pueden sustituir la necesidad de introducir los datos manualmente. Por ejemplo, un escáner de códigos de barras puede rellenar automáticamente las etiquetas de los productos a partir de los pedidos de producción existentes, o se pueden configurar las impresoras para que cumplimenten automáticamente las plantillas de etiquetas desde una base de datos centralizada.

Para simplificarlo aún más, en una planta con varias líneas de producción, un software de automatización de la codificación permite al personal de la línea de producción conectar las impresoras en red y rellenar automáticamente los datos de las etiquetas de los productos desde una ubicación central, como puede ser una oficina de producción, o un sistema SCADA, MES o ERP. Esto se puede combinar con soluciones automatizadas de visión artificial para realizar el control de calidad en tiempo real.

Tercer mito: la automatización quita puestos de trabajo

Para algunas tareas específicas, como la creación de códigos y la introducción de datos, la automatización es más adecuada que el trabajo manual. Además, dado que se trata de tareas normalmente de poca importancia y propias de puestos poco satisfactorios, a los fabricantes les cuesta cada vez más encontrar a personal que desempeñe estas funciones.

Lo cierto es que la escasez de mano de obra está afectando cada vez más al sector de la fabricación. Un informe reciente de Deloitte y Manufacturing Institute sugiere que el sector de la fabricación en EE. UU. podría necesitar hasta 3,8 millones de nuevos puestos en 2033, de los que posiblemente 1,9 millones queden sin cubrir.

La verdadera función de la automatización y la robótica en la fabricación no es sustituir al trabajador manual, sino complementarlo. Al asumir tareas rutinarias, aburridas o peligrosas, la automatización permite a nuestro personal, ya sometido a mucha presión, contar con el tiempo y el espacio necesarios para centrarse en tareas de valor añadido, incluidas la planificación estratégica y la ejecución de proyectos.

Cuarto mito: la automatización solo beneficia a las grandes organizaciones

Una idea equivocada y frecuente es que la automatización solo está al alcance de las grandes organizaciones capaces de invertir a lo grande en capital y cualificación.

La automatización puede ser enormemente beneficiosa para las pymes. Las pymes pueden automatizar tareas rutinarias y poco exigentes, como la introducción manual de datos, para aumentar la efectividad de su escaso personal. Si todavía no te convence, ten en cuenta que, para las pequeñas empresas, los riesgos que conllevan los errores son significativamente mayores que en el caso de las grandes corporaciones, ya que es probable que una retirada de productos que suponga un coste de 10 millones de USD les lleve a la ruina.

Por supuesto, el coste también es una gran preocupación para las empresas más pequeñas, lo que nos lleva al quinto mito.

Quinto mito: la automatización es prohibitivamente cara

Según una encuesta realizada recientemente por Automate UK (2024) para recabar información del sector, el 81 % de los trabajadores industriales identifican la automatización como una preocupación clave de 2023, y los costes son el mayor obstáculo para adoptarla.

Aunque en el pasado el costo de las implementaciones haya sido una preocupación fundada, la situación es muy distinta en la actualidad. Las ventajas económicas y la reducción de riesgos se están haciendo cada vez más evidentes, y las soluciones son más asequibles que nunca.

Según los datos de la calculadora de desperdicio de Domino, los residuos generados por la fabricación manual de etiquetas podrían suponer para el fabricante medio más de 100 000 USD al año, una pérdida significativa que se podría mitigar fácilmente automatizando la codificación.

Además, el coste de las soluciones automatizadas, incluidos la robótica y el software de automatización, está descendiendo. Según EY, el precio medio de un robot industrial se ha reducido a la mitad en la última década y se espera que siga bajando. Es más, cabe esperar un ahorro en los gastos operativos si se invierte en automatización: una encuesta reciente de Bain concluye que las empresas que asignaron al menos un 20 % de su presupuesto de TI a la automatización durante los últimos dos años han logrado una media de ahorro del 22 %.

Si los costes siguen siendo una preocupación, ahora, muchos proveedores, entre los que se incluye Domino, ofrecen la posibilidad de actualizar las líneas e implementar nueva tecnología sin gastos de capital. Los contratos y planes de financiación flexibles pueden ayudar a repartir el coste como parte de los gastos operativos, lo que hace la adopción más asequible para las pequeñas empresas.

Por supuesto, no es necesario hacer todos los cambios de una vez: los pequeños avances graduales no solo ayudan a repartir el gasto, sino que también ayudan a conseguir la justificación necesaria para continuar invirtiendo, como hablaremos en el sexto mito.

Sexto mito: la automatización es complicada y su implementación interrumpe la producción

Solo hay una forma de quitarse las espinas: una a una.

Cuando un fabricante quiere pasar directamente del procesamiento manual a un modelo de fabricación totalmente autónomo, habrá algunas interrupciones, pero la automatización no es un compromiso del tipo «todo o nada». Las empresas pueden empezar poco a poco, identificando una sola área donde la automatización podría subsanar problemas de producción específicos.

Una ventaja rápida que hemos visto a menudo, y con grandes beneficios, es la optimización de los cambios de producto. Por ejemplo, se puede implementar una solución de supervisión automatizada para conseguir un recuento de productos en tiempo real y recibir las alertas correspondientes que informen al personal de producción de la próxima finalización de una tirada para que esté preparado a tiempo.

Aunque este es un cambio sencillo, permitió a un cliente de Domino reducir el tiempo de cambio de 30 minutos a solo 15, con lo que pudo realizar dos tiradas más al día. La mejora en el rendimiento y la rentabilidad de la automatización de un solo proceso justifica en muy poco tiempo las inversiones posteriores en la línea.

Séptimo mito: la automatización requiere competencias con las que no contamos a nivel interno

Un mito frecuente sobre la automatización es la necesidad de contar con ciertas competencias a nivel interno para gestionar la transición. Aunque en el pasado pueda haber sido una preocupación fundada, la situación es muy distinta en la actualidad. Hoy día, muchas empresas que ofrecen soluciones automatizadas proporcionan servicios para gestionar integraciones e implementaciones, para que todo el peso no recaiga en tus hombros.

Una vez implementados los sistemas automatizados, verás que requieren menos competencias internas para seguir funcionando con eficiencia; esto te ayudará a abordar cualquier preocupación que tengas con la asignación de trabajos manuales y permitirá a tu personal dedicar más tiempo a tareas de valor añadido, algo que, a su vez, dotará a la empresa de más atractivo para los futuros empleados.

¿A qué esperas?

Algunos fabricantes mantienen convicciones erróneas y preocupaciones en lo relativo a la adopción de la automatización. Sin embargo, a raíz del descenso de los costes, las ventajas económicas y la creciente disposición de los socios de automatización para ayudar en la financiación y la implementación de nuevas soluciones, la verdadera pregunta es: ¿te puedes permitir no adoptar la automatización en la fabricación?

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