¿Verdadero o Falso?

  • Por Domino Printing Sciences
  • enero 24, 2018
  • Sector farmacéutico
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¿Cuántas veces hemos ido a una farmacia a comprar los medicamentos que necesitamos?

¿Somos realmente conscientes de todo el proceso que implica que tengamos a nuestro alcance el medicamento o producto farmacéutico que necesitamos en cada momento? Posiblemente la respuesta sea no.

Pero sigamos. ¿Qué es lo que diferencia a un medicamento dispensado en la farmacia de uno que no tenga esa misma procedencia? Sabemos que algunas vías para adquirirlos, como las webs de dudosa credibilidad, nos ofrecen un mejor precio y una entrega ágil, frente a otro con mayor o menor incremento de precios que pudieran tener en los centros farmacéuticos. A priori la mejor alternativa es la online ¿verdad?

Si además observamos dos medicamentos procedentes de las dos vías que estamos analizando, apenas notamos la diferencia entre uno u otro. Son prácticamente iguales y difícilmente sabríamos diferenciar cuál es cual. El color, la forma, los detalles, tampoco nos llaman la atención.

Todo son ventajas de la alternativa online: precio, entrega, disponibilidad, forma, tamaño. Entonces, está claro. ¿Para qué acudir a las farmacias? Optemos siempre por la vía web.

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), los riesgos para los consumidores aumentan considerablemente con la adquisición de productos médicos de fuentes no reguladas y sin licencia. 

¿Cuáles son los riesgos a los que se refiere este organismo? ¿Realmente son preocupantes? Para poder responder a estas cuestiones, tengamos presentes algunas cifras: En Europa, el 15% de los medicamentos son falsos. 30 millones de medicamentos falsificados han sido incautados en las fronteras europeas en los últimos cinco años. El 62% de los medicamentos falsos son adquiridos por vía online. Entre el 30% y el 70% de los medicamentos en circulación en países del África Subsahariana, Sudeste de Asia o América Latina son falsificados. Y lo más importante: cada año se producen entre 100.000 y 1.000.000 de víctimas a nivel mundial debido a los medicamentos falsos.

Ahora todo parece haber cambiado ¿verdad? La alternativa de los sitios web no regulados ya no es tan buena idea. Y es que son muchos los pacientes que, o bien por desconocimiento, por recursos económicos limitados, o por falta de información, optan por esta vía. Sin embargo, se hace imprescindible que todos los participantes en la cadena de suministro, desde la fabricación hasta el punto de dispensación autorizado, incluyendo también a organismos oficiales, instituciones, Administraciones públicas, etc., aúnen fuerzas entorno a un compromiso común: Acabar con esta grave problemática para la salud pública.

En este punto, Domino tiene un gran protagonismo. Y es que la Unión Europea ha puesto en marcha, vigente desde 2016, una Normativa (FMD) en la que su objetivo es evitar que los medicamentos falsificados lleguen al paciente final, a través medidas de control y seguridad. Estas medidas garantizarán una identificación más sencilla, verificaciones mejoradas de los medicamentos y controles más rigurosos en las fronteras de la UE.

Esta Directiva FMD establece, normas de fabricación, importación, comercialización y distribución al por mayor de medicamentos en la Unión, así como normas relativas a los principios activos. Asimismo, exige a todos los Estados Miembros de UE disponer de un sistema que sea capaz de detectar medicamentos falsos, para lo que se hace imprescindible la serialización de los envases de medicamentos con un código único e identificativo, resistente ante cualquier tipo de intento de manipulación y que haga posible verificar su autenticidad.

Por lo que respecta a Domino, es un actor clave en todo este proceso, debido a que los envases que alberguen medicamentos, deberán cumplir con una serie de requisitos, entre los que se incluye:

-Código 2D Data Matrix ECC200 de acuerdo con la ISO 16022:2006.

-5 elementos de datos: ID de producto, número de serie generado aleatoriamente, número nacional reembolso, número de lote y fecha de caducidad.

-No se permiten los códigos de barras.

- Los datos de los medicamentos deben ser almacenados por el fabricante hasta un año después de la fecha de caducidad del medicamento.

-Y todo ello codificado con una tinta de grado C, que perdure intacta más allá de cinco años, cubriendo así toda la vida útil del medicamento.

-Tecnologías de codificación adaptadas a las necesidades de los productos farmacéuticos y a los diferentes materiales con los que se comercializan estos productos: cartón, blíster, plástico, aluminio, etc.

En este sentido, Domino ha puesto a disposición del sector farmacéutico una amplia gama de equipos de codificación que son capaces de garantizar una óptima serialización, eficaces incluso en la codificación a altas velocidades de hasta 500 estuches por minuto.  Así las tecnologías Láser, con la Serie F y Serie D, la de TermoTransferencia Térmica con la Serie V y la tecnología Inkjet, con Serie Ax, son las más apropiadas para la serialización de los medicamentos, garantizando además y manteniendo intactas todas sus características organolépticas.

En definitiva, la normativa FMD es la respuesta por parte de las autoridades competentes, a la amenaza que está sufriendo el sector farmacéutico.  Una industria que cada día “sufre” las consecuencias de un desafío de gran magnitud, y cuyo éxito debe ser ofrecer total garantía y seguridad al consumidor, evitando así que el número de afectados por esta práctica negligente de falsificación, aumente.

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