¿Tu empresa se ha visto afectada por la escasez de componentes, las excesivas tarifas de envío, los retrasos en la producción y las consiguientes pérdidas comerciales? No es la única.
El mundo sigue sufriendo los efectos continuos de lo que recientemente se ha bautizado como la «policrisis», una larga lista de crisis complejas, interrelacionadas y en cascada, como la urgente crisis climática, la pandemia de COVID-19, el conflicto de Ucrania y otros eventos de carácter geopolítico, que han provocado serias turbulencias en las cadenas de suministro y alterado de un modo excepcional cualquier intento de volver a la normalidad de nuestros negocios.
La policrisis ha sacado a relucir la necesidad de resiliencia, adaptabilidad e innovación en la fabricación. En este blog, encontrarás cuatro consejos para superar los obstáculos a los que actualmente se enfrentan los fabricantes en sus cadenas de suministro, veremos qué medidas es necesario adoptar y qué inversiones tecnológicas realizar para convertir esos obstáculos en oportunidades.
El impacto de las dificultades de la cadena de suministro
- Retrasos en la producción y las entregas: la escasez de materias primas y componentes puede provocar retrasos en la producción, los envíos y el suministro, lo que se traduce en incumplimiento de los plazos y en pérdida de ingresos.
- Problemas con la gestión de inventarios: un exceso de existencias debido a retrasos en los envíos puede inmovilizar capital y espacio de almacenamiento, mientras que un inventario insuficiente provocado por retrasos en el suministro de materiales puede hacernos perder oportunidades comerciales.
- Problemas de control de calidad: ante la falta de suministros, los fabricantes pueden acabar buscando sus materiales más allá de las cadenas de suministro habituales, lo cual conlleva un riesgo potencial de recurrir a componentes de inferior calidad, defectuosos o falsificados, que pueden afectar a la calidad de su producto final.
- Aumento de costes: los retrasos en la fabricación y la entrega de productos puede acarrear costes más elevados, gastos imprevistos en tarifas de envío y almacenamiento, e incluso sanciones por entregas tardías.
- Sanciones: los retrasos en las entregas y la falta de cumplimiento de pedidos pueden dar lugar a sanciones económicas y pérdidas comerciales.
- Insatisfacción del cliente: un fabricante que no puede entregar sus productos a tiempo por problemas de existencias y atascos en la cadena de suministro no podrá cumplir los contratos con sus clientes finales, con la consiguiente pérdida de ingresos, ruptura de relaciones y, a largo plazo, perjuicios potenciales a la marca.
Transformar las dificultades en oportunidades
Son tiempos complicados para los fabricantes, pero las empresas pueden tomar medidas para adaptarse en lugar de esperar a que desaparezcan los problemas de la cadena de suministro. Quienes lo hagan encontrarán nuevas oportunidades de crecimiento y éxito.
1. Aumentar la trazabilidad y la visibilidad
Una marca capaz de asegurar la trazabilidad integral de sus productos y sus cadenas de suministro podrá detectar sus ineficiencias y las causas de pérdidas o desperdicios, algo que le ayudará a optimizar sus operaciones, a mejorar su resiliencia y a controlar los riesgos. En los periodos de alta demanda o en situaciones de escasez de existencias y retrasos, esta mayor visibilidad puede ayudarte a prever con precisión los plazos de entrega, a controlar las necesidades de stock y, en definitiva, a estar a la altura de las exigencias de tus clientes.
La trazabilidad de los productos y la visibilidad de la cadena de suministro puede facilitarse a través de la utilización de datos variables de productos integrados en códigos 2D escaneables, añadidos como parte del proceso de producción, y sin necesidad de cambios en el envase del producto. La introducción de códigos 2D escaneables con información del lote y el producto puede ayudar a introducir más datos en la cadena de suministro, lo que permitirá a las marcas y a las distintas partes de la cadena hacer el seguimiento de sus productos durante cualquier etapa, así como informar del avance de los mismos.
Más allá de afrontar las dificultades actuales de la cadena de suministro, la introducción de códigos 2D en el envasado de los productos puede suponer enormes beneficios comerciales para las marcas, ya sea en términos de fidelización del cliente, de reducción de desperdicios o de protección contra falsificaciones.
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2. Estudiar las opciones de personalización en las últimas fases
Cuando las materias primas escasean, la flexibilidad es esencial. En este sentido, la personalización en las últimas fases del envasado de productos puede proporcionar la flexibilidad que necesitan las empresas para responder a los cambios de última hora en las fases de producción por la falta de materiales.
Las tecnologías de impresión digital de alta resolución evolucionan para incorporarse a las líneas de producción, lo que permite a los fabricantes aportar un mayor nivel de personalización a sus envases en la propia fábrica. Cualquiera que sea su aplicación, desde alimentos y bebidas al sector farmacéutico, la impresión sobre la línea o junto a la línea permite a los fabricantes ajustar las etiquetas de sus productos a la disponibilidad de los materiales, sin tener que recurrir a los envíos de última hora de proveedores de envases externos.
En el futuro, las marcas que podrán personalizar las últimas fases del envasado de sus productos serán probablemente más capaces de adaptarse a los cambios legislativos en materia de etiquetado, abarcar nuevos mercados y variaciones de idiomas, y crear envases promocionales para campañas cortas, sin los excesivos costes y desperdicios que implican los pedidos mínimos.
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3. Adoptar tecnología inteligente y automatización
La escasez de materiales puede provocar problemas considerables en una línea de producción, como la necesidad de cambios de última hora en las fases de producción y horas extras de trabajo para cumplir con los compromisos cuando llegan los envíos. Además, los fabricantes se enfrentan también a una falta de mano de obra, lo que tampoco les ayuda a hacer frente a estos problemas y a seguir siendo productivos.
La tecnología inteligente y la automatización pueden ayudar a los fabricantes a flexibilizar su capacidad de producción, y evitarles tener que depender de mano de obra adicional para cumplir con la demanda. Los fabricantes pueden hacer uso de procesos de la Industria 4.0 y automatizar los sistemas de manera que se ocupen de las tareas rutinarias, y destinar al personal humano allá donde más se le necesite, para no interrumpir la producción y la salida de los productos.
Las empresas que inviertan ahora en tecnología para mejorar el rendimiento estarán más preparadas para enfrentarse a desafíos futuros, ya que, a largo plazo, la automatización puede reducir los costes de explotación, eliminar errores y mejorar la resiliencia y la productividad.
La complejidad de la policrisis hace poco probable que los desafíos de la cadena de suministro se reduzcan a corto plazo. No hay solución inmediata, pero algunas empresas con cadenas de suministro globales tradicionales ya están viendo las ventajas de invertir en instalaciones de producción ágil a pequeña escala o «microfábricas» en áreas de producción claves.
Por su parte, las plantas de producción de alta tecnología, situadas estratégicamente, pueden aportar beneficios adicionales mucho más allá de la crisis actual, ubicándose más cerca de los usuarios finales o de los mercados a los que abastecen. Algunos de estos beneficios serían la disminución de los costes de transporte y de los plazos de entrega, así como la oportunidad de aportar valor añadido a los mercados locales, lo que ayudará a las marcas a diferenciarse de sus competidores y a generar ganancias.
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4. La colaboración como camino hacia el éxito
No estás solo.
Los desafíos son más fáciles de afrontar si todos trabajamos juntos. Es necesario que los fabricantes adopten una filosofía de innovación abierta y colaboren con proveedores, minoristas, proveedores de logística, clientes finales y todas las demás partes de la cadena de suministro para entender mejor estos desafíos y encontrar soluciones creativas a problemas universales.
Una cadena de suministro más cercana y más colaborativa puede generar confianza y dar a las empresas la oportunidad de demostrar su compromiso con prácticas comerciales responsables y su capacidad para resolver problemas.
En Domino reconocemos el valor de la colaboración en el desarrollo de nuevos sistemas y soluciones para afrontar los desafíos actuales de los fabricantes. Nuestro compromiso es trabajar con nuestros clientes, con las distintas partes de la cadena de suministro y con las marcas de todos los sectores para lograr mejores resultados.
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