Sostenibilidad: nuevos materiales, nuevos desafíos
Con el tema del cambio climático cada vez más al alza, y estadísticas que revelan que solo se recicla el 30 % del plástico en Europa, la demanda entre los consumidores de productos y envases fabricados con materiales sostenibles sigue aumentando. Además, sabiendo que la directiva de la UE sobre plásticos de un solo uso entrará en vigor en 2021, muchas organizaciones ya se están preparando para la adopción de alternativas a los envases de plástico. El jefe de equipo de la Academia de Láser de Domino, el Dr. Stefan Stadler, examina los motivos por los que las marcas tendrán que colaborar estrechamente con expertos en codificación y marcaje para garantizar que los nuevos envases alternativos sean suficientes para la utilización existente.
En marzo de 2019, los eurodiputados votaron a favor de una nueva directiva de la UE que prohibirá a partir de 2021 los plásticos de un solo uso, entre ellos, cubiertos, vasos y platos, bastoncillos de algodón, pajitas, agitadores de bebidas y palos para globos. Las empresas están replanteándose la normalidad de los materiales derivados del petróleo y films de plástico de varias capas para los envases alimentarios, mientras exploran con indecisión el potencial de las alternativas ecológicas y reciclables. Sin embargo, aunque ya se disponen de muchas soluciones alternativas de envases, estas incorporan modificaciones que afectarán a las operaciones de codificación y marcaje. En consecuencia, cada vez más empresas hacen la pregunta: ¿Cómo podemos incrementar la sostenibilidad y cumplir las exigencias legislativas al tiempo que mantenemos la configuración de codificación actual?
Muchos materiales orgánicos llegan al mercado con vistas a sustituir a los plásticos, pero, a día de hoy, son pocos los que podrían reemplazarlos por completo en toda la industria. El almidón, al igual que otros muchos materiales de origen vegetal, podría ser una solución viable y más ecológica. No obstante, surge la cuestión de si estos productos se pueden codificar del mismo modo que sus homólogos de plástico. No saber si estas alternativas son aptas para la codificación, o cómo reaccionarán los códigos ante las variables de su entorno, lo que supone un obstáculo significativo a la hora de implementarlos a nivel comercial.
Garantía de futuro del sistema de codificación y marcaje
Los nuevos materiales de plástico 100 % reciclable, como el film para envases flexibles, normalmente son más delgados, con lo cual, cuando se trata de codificar con inkjet, las empresas tienen que cerciorarse de que los envases siguen estando homologados por la EuPIA a través del uso de tintas seguras para los alimentos. Asimismo, el cambio en el material representa ciertos desafíos para la tecnología de marcaje láser. Con el fin de explorar la viabilidad del proceso, necesitamos evaluar el modo en que el sustrato interactúa con la luz; en función del resultado de este primer proceso, se seleccionará y se probará una configuración de láser apropiada.
Tras aplicar el láser, la evaluación de la calidad del código y el modo en que el material ha soportado el proceso han de calcularse por medio de diversas tecnologías científicas. La calidad del código se analiza mediante sistemas de códigos de barras y validación por cámara, y unos potentes microscopios 3D determinan el modo en que el láser ha afectado al sustrato.
Dado que la capacidad de codificación y de impresión actualmente no forma parte de las especificaciones de los materiales para los proveedores de envases, puede haber casos en los que la composición de los materiales se haya modificado ligeramente. Esta diferencia en el contenido del sustrato puede deberse a que el compuesto no esté disponible o simplemente como una medida de ahorro de costes. Estas modificaciones afectan a la codificación e incluso pueden provocar tiempo de inactividad en la producción. Sin embargo, al colaborar con un socio de codificación y marcaje de confianza, las empresas son capaces de acceder a información veraz sobre los materiales, así como lo relacionado al por qué determinados sustratos permiten códigos más claros y de mayor calidad, y, lo más importante, tienen la seguridad de saber que cualquier variación se identificará con rapidez.
Conclusión
La actitud global para con la sostenibilidad están cambiando. Las marcas están empezando a tomar la iniciativa y los grandes fabricantes ya están comenzando a enseñar sus credenciales ecológicas y el cómo están explorando con diversos tipos de envases alternativos a los plásticos derivados del petróleo. No obstante, por más que queramos, un diseño sostenible no siempre es viable comercialmente; es importante entender las opciones disponibles y, a través de pruebas exhaustivas, determinar la solución de codificación óptima. Al hacerlo, las empresas podrán seguir siendo competitivas sin poner en peligro la calidad ni el valor. De esta manera, los envases podrán pasar a ser parte de la solución, en lugar de un desafío, para la sostenibilidad.